La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), considera que los gobiernos deberían favorecer los aumentos del salario mínimo para amortiguar el bolsillo de las familias, golpeado por la inflación. Según la organización, los gobiernos deberían hacer un aumento significativo del mínimo , que supere la inflación y esté acompañado de otras prestaciones sociales o bonificaciones, para compensar el encarecimiento del precio de los alimentos y el valor de la energía. Las Centrales obreras insisten en que menos del 20 % es muy poco para los más vulnerables.