Mandé es hoy un símbolo de la fuerza de una comunidad que eligió quedarse, cuidarse y reconstruirse en medio de la selva.
Foto: Johanna Pino
En el corazón de las montañas que separan Frontino y Urrao, está Mandé, un caserío afrodescendiente conformado por siete veredas, donde viven poco más de mil personas que han aprendido a sobrevivir entre la violencia y la riqueza natural que los rodea. Llegar hasta allí es una hazaña: 12 horas de camino, cinco de ellas a bordo de una chiva que solo opera algunos días y hace un recorrido por carretera destapada.
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Un territorio atravesado por la historia
Pese a la distancia, Mandé ha sido un punto neurálgico en el conflicto armado colombiano. Durante años, su ubicación estratégica entre las subregiones del Occidente y el Suroeste antioqueño, y su cercanía con el Chocó, lo convirtieron en un corredor clave para actores armados ilegales.
Hoy, dos décadas después de ser escenario de uno de los episodios más trágicos del conflicto –el secuestro y asesinato del entonces gobernador de Antioquia y otros funcionarios en una fallida operación de rescate–, Mandé comienza a escribir una nueva historia.
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Foto: Christian Daniel Ávila Pertuz.
Mandé, símbolo de memoria y esperanza
En septiembre del 2024, una sentencia sin precedentes ordenó la restitución formal de 12.394 hectáreas y 9.769 metros cuadrados a su comunidad, reconociendo su derecho étnico-territorial.
“Esta es la primera sentencia en Antioquia que protege los derechos de las comunidades afrocolombianas, raizales y palenqueras. Es un hecho histórico para la jurisdicción de restitución y para el departamento”, afirmó Acxan Duque Gámez, director de Asuntos Étnicos de la Unidad de Restitución de Tierras (URT).
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Más que una victoria jurídica, la decisión representa la validación de una historia colectiva de resistencia. Para sus habitantes, el territorio representa su forma de vida. De la tierra y los ríos obtienen el alimento y los recursos necesarios para subsistir. Ese arraigo fue lo que los llevó a mantenerse firmes, a resistir en lugar de abandonar sus territorios.