Según una reciente investigación conjunta entre la universidad Eafit y la universidad de Chicago, en alianza con la ONG Innovations for Poverty Action, aproximadamente 150.000 viviendas y establecimientos comerciales están bajo el yugo de la extorsión perpetrada por estructuras criminales, una práctica que se ha integrado casi como un gasto mensual más para los afectados. Santiago Tobón afirma que el crimen organizado llega a las ciudades para quedarse y que es improbable que Medellín no presente este fenómeno en el futuro.