A pesar de perder a su hija y enfrentar el rechazo por su origen, esta mujer entregó su vida a ayudar a los más vulnerables

Ella es la alemana que llegó a Medellín por amor y se convirtió en un ángel para los más necesitados; un conocido barrio lleva su nombreFoto tomada del programa Más allá del tiempode Teleantioquia

Benedikta Zur Nieden nació el 18 de agosto de 1910 en el centro de Alemania, pero su vida dio un giro inesperado cuando conoció a don Diego Echavarría Misas, un empresario colombiano con quien inició una historia de amor que cruzaría fronteras. En 1934, en medio del avance del régimen nazi, esta alemana encontró en Colombia no solo un refugio seguro, sino una nueva patria que abrazó con el alma.

La historia de esta mujer, a quien con cariño llamaban “Doña Dita”, ha sido recuperada por el programa Más Allá del Tiempo de Teleantioquia, donde se destaca su papel como filántropa incansable y figura clave en la transformación social de sectores vulnerables del Valle de Aburrá, especialmente en el municipio de Itagüí.

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La alemana que eligió el trópico como su hogar 

La llegada de Benedikta a Colombia fue motivada por el amor, pero su impacto superó ampliamente el ámbito personal. Junto a su esposo, fundó instituciones, apoyó causas sociales y, sobre todo, dedicó su vida a ayudar a los más necesitados. “El día que me muera quiero haber regalado hasta la última blusa”, decía con convicción. Su sentido de la justicia y la entrega al prójimo la convirtieron en un símbolo de esperanza para muchas familias antioqueñas.

Uno de sus aportes más emblemáticos fue la creación de la Biblioteca Pública de Itagüí, inaugurada el 13 de mayo de 1945, sólo tres meses antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Desde allí, impulsó el acceso a la lectura y la cultura, convencida de que la educación era el camino más sólido para combatir la pobreza y la ignorancia que tanto le dolían de su país adoptivo. 

Una familia que también dejó huella

Con su esposo don Diego Echavarría tuvo una hija, Isolda, quien también marcaría la historia del país, aunque de forma trágica. Isolda falleció a los 19 años víctima del síndrome de Guillain-Barré. La joven había heredado la sensibilidad artística de sus padres y su memoria fue honrada con la creación del Colegio Alemán de Medellín en 1969 y varias obras culturales promovidas por sus padres. 

El amor de Benedikta por la cultura se reflejaba también en su apoyo a la música y las artes. En sus últimos años, junto a su esposo, impulsó la llegada del método Waldorf para la educación artística en Colombia. Estaban dispuestos incluso a vender sus pertenencias para lograrlo.

Una alemana que no olvidó sus raíces, pero que eligió a Colombia

A pesar de su origen europeo, Benedikta nunca fue ajena al dolor colombiano. Sentía con fuerza la desigualdad que presenciaba día a día en Medellín e Itagüí. Por eso, gestionaba ayudas, mercados, ropa y educación para quienes más lo necesitaban. 

A lo largo de su vida, fue víctima de algunos episodios de rechazo por su nacionalidad alemana, especialmente en el contexto de la guerra, pero su entrega desinteresada le ganó el respeto y el cariño de quienes la conocieron. Incluso muchos no podían entender cómo una mujer que venía de Europa había decidido quedarse en el trópico, entregando su vida a un país ajeno al de su nacimiento. 

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Su nombre, presente en la memoria colectiva

Hoy, el barrio Ditaires, en Itagüí, se llama así en su honor. El nombre original de la finca donde vivió con su esposo se convirtió en el de un sector entero que la recuerda como una figura maternal, bondadosa y comprometida.

El legado de la alemana Benedikta Zur Nieden sigue vivo, no solo en la infraestructura que dejó, sino en los valores de generosidad, compromiso social y amor por la humanidad que sembró en cada rincón que tocó. Su historia es un ejemplo poderoso de cómo el amor puede ser el inicio de un camino de transformación colectiva.

Más Allá del Tiempo rescata en este episodio no solo su historia personal, sino el impacto profundo de sus acciones, reafirmando que hay personas que, aunque lleguen de lejos, se convierten en verdaderos ángeles para un país que aún necesita de muchos corazones como el suyo. Miralo completo aquí: 

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