En el corregimiento San Antonio de Prado, ocho viviendas se encuentran en riesgo de colapso desde hace una década y aunque en diciembre pasado un fallo a favor de los afectados obligó a la Alcaldía de Medellin, a EPM y la Constructora Capital a intervenir durante los próximos dos años, los residentes advierten que el riesgo no da más espera.