La biodiversidad de Colombia sigue revelando secretos. Estas 5 flores lo demuestran. Aquí te contamos más detalles.

La biodiversidad de Colombia sigue revelando secretos. Estas 5 flores lo demuestran. Aquí te contamos más detalles. Fotografías: Semana, El País, NaturaLista Colombia, Mongabay Latam y redes sociales.

Colombia es mundialmente reconocida por su exuberante biodiversidad, y dentro de esta riqueza natural, las flores ocupan un lugar privilegiado. El país alberga más de 4.000 especies de orquídeas, siendo el número uno en diversidad de esta familia a nivel global. Sin embargo, más allá de los jardines y los cultivos ornamentales, existen especies florales tan raras y únicas que apenas han sido vistas por el ojo humano.

Estas son algunas especies que parecían haber desaparecido del planeta hasta ser redescubiertas en rincones ocultos del territorio nacional. Estas flores, muchas de ellas endémicas y en peligro crítico, no solo representan tesoros botánicos, sino también historias de resiliencia, misterio y conexión ancestral con la tierra.

Passiflora cremastantha – El regreso de una pasiflora fantasma

Es una enredadera de flores colgantes perteneciente a la familia de las pasifloras. De pétalos alargados y frutos parecidos a una curuba pequeña, esta planta fue descrita por primera vez en el siglo XIX

Luego de más de 100 años sin rastro alguno, se la consideraba extinta. Sin embargo, en 2008 fue redescubierta por un grupo de investigación liderado por el biólogo colombiano Gustavo Morales en una finca de La Calera, Cundinamarca.

Según la Revista Semana, una familia campesina la cultivaba, sin saber su rareza, por lo sabroso que es su fruto, el cual se asemeja a una curuba. Desde entonces, se han hecho esfuerzos por preservarla, incluyendo su cultivo en el Jardín Botánico de Bogotá. Su tasa de germinación es baja, lo que hace compleja su recuperación en hábitats silvestres.

Créditos: NaturaLista Colombia.

Pleurothallis villahermosae – La orquídea invisible del Ruiz

Esta diminuta orquídea, fue descubierta en 2022 en las inmediaciones del Nevado del Ruiz, dentro de la reserva natural Villahermosa, Tolima. 

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Con apenas un centímetro de altura, esta flor pasó desapercibida durante décadas. Su floración es breve y ocurre en ambientes de alta montaña, donde la niebla y el frío dominan el paisaje. Su rareza no solamente reside en su tamaño, sino también en la dificultad para acceder a su hábitat, lo que ha limitado su estudio. 

El hallazgo de esta especie subraya el valor científico de los ecosistemas de páramo y su necesidad urgente de conservación.

Créditos: El Colombiano.

Spathiphyllum wallisii – La flor que renació entre los Montes de María

Conocida popularmente como “garcita blanca”, esta especie perteneciente a la familia de los espatifilos es recordada por sus elegantes hojas verdes oscuras y su flor blanca en forma de espata

Según la Universidad de Antioquia, en diciembre de 2024, dos botánicos colombianos, William Vargas y Felipe Cardona Naranjo, redescubrieron la planta en la Serranía de San Jacinto, en los Montes de María, entre los departamentos de Sucre y Córdoba. Vargas, durante una caminata por el bosque húmedo, encontró una planta que le resultó familiar.

Tras enviar una fotografía a Cardona, especialista en anturios y director del Herbario de la Universidad de Antioquia, se confirmó que se trataba de la Spathiphyllum wallisii, una especie que se creía desaparecida en su entorno natural.

Su reaparición fue celebrada como un símbolo de resiliencia ecológica, y ha impulsado campañas para restaurar el ecosistema donde habita.

Por otro lado, la especie cumple una función muy importante en su ecosistema, ya que juega un papel en la estabilización de suelos y en la regulación de la humedad del ambiente. Su presencia indica un ecosistema saludable y funcional.

Créditos: Balcones y Flores.

Restrepia chocoensis – Una joya escondida del Chocó biogeográfico

Le rinde homenaje con su nombre al departamento donde fue encontrada. Endémica de los bosques húmedos montanos del Chocó, esta orquídea epífita es extremadamente difícil de encontrar. Solo ha sido registrada en dos ocasiones, en altitudes superiores a los 1.800 metros.

Sus flores, aunque pequeñas, tienen formas intrincadas y colores intensos, adaptadas a la polinización por insectos muy específicos. La deforestación en su hábitat y el cambio climático amenaza su existencia. 

Su rareza no solamente radica en su distribución limitada, sino también en el desconocimiento general sobre su biología y su ecosistema.

Créditos: Ecuagenera California.

Pachygenium muyscorum – Un legado muisca bajo riesgo

Esta orquídea fue descubierta en 2023 en Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, y su hallazgo sorprendió a la comunidad científica: pertenece a un género que nunca antes se había registrado en Colombia. 

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Adaptada a ecosistemas secos de alta montaña, sobrevive en condiciones extremas donde la mayoría de plantas no prosperarían. Según Radio Nacional de Colombia, se caracteriza por florecer sin hojas. 

Por otro lado, fue nombrada en honor a los muiscas, antiguos habitantes de la región, como un tributo a su conexión con la tierra. Sin embargo, el avance urbano amenaza su único hábitat conocido, y ya se cataloga como críticamente amenazada.

floresCréditos: Mongabay Latam.

Sin duda alguna, son flores que se encuentran en grandes peligros de extinción, por lo que son supervisadas y cuidadas en lugares especiales. Estas especies son una clara muestra de la riqueza floral que poseemos en el territorio nacional.

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