Una molécula sin hidrógeno fue detectada en Sagitario B2 y analizada por científicos de Medellín, revelando pistas sobre los primeros compuestos de la vida.
Un grupo de investigadores paisas han dado un paso audaz en la comprensión del universo primitivo: el hallazgo de una molécula insaturada —sin átomos de hidrógeno— en una de las regiones más densas de la Vía Láctea. El estudio, publicado en Chemical Science, plantea nuevas hipótesis sobre cómo surgieron las estructuras químicas esenciales para la vida.
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Un hallazgo de una molécula entre galaxias
A unos 390 años luz del centro, se encuentra Sagitario B2, una nube molecular rica en compuestos orgánicos y altamente estudiada por la ciencia. Fue allí donde un equipo interdisciplinario, liderado por el físico Albeiro Restrepo de la Universidad de Antioquia, detectó un tipo de molécula insaturada que había pasado inadvertida en anteriores exploraciones.
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A diferencia de los compuestos más comunes, esta molécula no contiene átomos de hidrógeno, el elemento más abundante del cosmos. Su existencia desafía modelos previos sobre la evolución química del universo, al tiempo que ofrece pistas sobre cómo se habrían formado los primeros bloques de la vida.
De Brasil a Medellín
El hallazgo es fruto de un esfuerzo colaborativo. Los datos fueron recolectados inicialmente desde Brasil, pero el análisis más profundo ocurrió en Medellín, mediante sofisticados cálculos de mecánica cuántica realizados por el equipo del profesor Restrepo. En el proyecto también participaron la científica Heidy Quitián-Lara, el investigador Felipe Fantuzzi, y jóvenes talentos como Santiago Gómez y Julián Londoño, entonces estudiantes en formación.
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Este avance no solo habla del origen de la vida, sino de la capacidad humana de imaginar, crear y descubrir en los rincones más inhóspitos del cosmos. Desde Medellín, una molécula olvidada ha hecho vibrar la historia del universo, recordándonos que la ciencia no necesita pasaporte para llegar lejos, solo visión y perseverancia.