“Uno se Muere Cuando lo Olvidan”, homenaje a Manuel Mejía Vallejo

Es imposible hablar de la historia literaria y lírica de Antioquia sin detenerse un buen momento para hablar y meditar sobre el gran Manuel Mejía Vallejo, prolífico autor, pensador, poeta y hasta político antioqueño nacido en Jericó en 1923 y que hasta su muerte en 1998, entregó a nuestras tierras una generosa obra tan querida, premiada y elocuente con el territorio que habitó, que hoy día sigue siendo tal vez el más reconocido y querido autor de las montañas de nuestro departamento.

En sus múltiples escritos, algunos tan famosos como Aire de Tango (1973) y La Casa de las Dos Palmas (1988), predominaban temáticas como la hacienda, las fincas, los pueblos y espacios suburbanos. Comparaciones de las ciudades y el campo que provocan un tenso entorno de desvaríos colectivos y sobre la idea de la soledad. Del café con leche al aroma de las montañas se gestó, al igual que hizo García Márquez con Macondo, la creación de Balandú, su pueblito imaginario e inspirador, y lo pobló de personajes coloridos, auténticos y cercanos contados desde sus diferentes obras. También en ellas, la religiosidad, presente en “La Familia de los Herreros” y “Aire de Tango”.

Una obra tal, que su amplitud incluye numerosos libros de cuentos como Otras Historias de Balandú (1990) y hasta poesía como Prácticas para el olvido: coplas (1977). Todas ellas nacidas de una mente tal que fue capaz de mezclar su pasión por el tango y su esencia inspiradora sus queridas rancheras, boleros, cumbias y muchas otras músicas, con la raíz de su obra y que lo acompañaron en su exilio como fuente de ideas sobre el desarraigo y andar sin rumbo fijo en medio de una  incertidumbre tal que resultó ser compartida por autores de toda la región.

¿Sabías que Manuel Mejía Vallejo participó en el Bogotazo en 1948?

La obra de Mejía Vallejo representa, para la narrativa colombiana contemporánea, una identidad andina caracterizada por una vertiente de añoranzas montañeras, recuerdo de la montaña. Por esto y por mucho más, con motivo de la celebración de su centenario, desde Teleantioquia nos embarcamos en la bella tarea de buscar sus raíces más íntimas con el programa especial “Uno se Muere Cuando lo Olvidan” Un viaje a la intimidad con su familia y amigos, quienes nos hablan del hombre, el maestro, el amigo y el escritor, para conservar su memoria viva.

Este homenaje a Manuel Mejía Vallejo, desde Ziruma, la casa donde vivió sus últimos años y que casi con total certeza evoca las haciendas de su Balandú querido, su hijo Pablo Mateo, su esposa y cómplice Dora y sus dos entrañables amigos, Juan Luis Mejía y Eduardo Peláez Vallejo, vivimos las anécdotas del escritor, pero sobre todo, resaltamos la profundidad de su obra literaria  que explora lo más profundo del alma humana.

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Este reconocimiento se une a la familia de contenidos creados por Teleantioquia de este prominente autor antioqueño, como la charla de Luis Alirio Calle con Manuel Mejía Vallejo en :